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JIL GOES TO HOLLYWOOD

 



JIL GOES TO HOLLYWOOD

 

Jil Love Jordina va camino de Hollywood, pero antes hace una parada en San Francisco para completar su formación como cineasta o, como ella se autodefine: “independent filmmaker”. Así que nos ponemos a Scott McKenzie como banda sonora para charlar con ella después de haber estrenado en salas minoritarias de Madrid su última película ‘Saving Isis”.

 

Ahora toca soñar con el futuro, y como dice el bueno de Scotty, “si vas a San Francisco, asegúrate de llevar flores en el pelo”. Y no sería de extrañar encontrarnos a Jil (o Love Jordina, según el nombre artístico que utilice) de esta guisa, ya que en España la conocemos por abanderar esa “love revolution” en topless delante del Congreso durante las manifestaciones del 25S. Un acto simbólico que, sin embargo, le granjeó muchas críticas acusándola de promocionar así su película. Ella, sin embargo, recuerda aquel momento como “un momento de inspiración divina. Esa soy yo, con o sin cámaras. Es mi manera de expresarme y manifestarme. Mis armas fueron la desnudez y el rezo por la paz, al amor y la libertad. Fuera de eso, no puedo controlar lo que se opine o se diga de mí. Si lo hiciera, no saldría de casa. Ese acto se ha convertido en un movimiento que pienso seguir adelante”.

 

 

Pero su película, ‘Saving Isis’, salió adelante como salen adelante otros trabajos independientes y autoproducidos en España, de puntillas y con el apoyo de los círculos minoritarios. Es, en esencia, un éxito para una cineasta autodidacta, y Jil se muestra “muy satisfecha con la acogida” del público que ha podido verla. Sin duda, ‘Saving Isis’ es una obra de inflexión en la carrera de esta artista polivalente natural de Tarragona. “Es un cine experimental que no sigue reglas, ni normas ni hilos argumentales rectos. Se basa en un mundo real e irreal, de sueños y pesadillas. Es una película libre de ataduras y de explicaciones. Me siento muy orgullosa de mi trabajo. Es el tipo de película que me gusta ver en los cines”.

 

Era la película que Jil quería hacer en ese momento, y se lanzó a materializarla, llegando a contar incluso con la colaboración de Pilar Bardem como narradora de “un cuadro en movimiento, algo surrealista”. Fue en 2008 cuando Jil Love dedició hacerse cargo de la producción de sus propias películas, cuando tras asistir al festival ‘Burning Man’ de Nevada se embarcó en una película, ‘Day’s Dreams’, que nunca llegó a materializarse y que ahora da nombre a su productora.

En su siguiente film, rodado precisamente en San Francisco, ‘Waves a tale of love and obsesion’ (2010) ya se apreciaría ese gusto por lo estético y la belleza formal acorde con algunas de sus influencias más claras (el ‘Vértigo’ de Hitchcock, el surrealismo de Buñuel o David Lynch, el expresionismo del cine clásico alemán o el horror onírico de Clive Barker).

 

No obstante Jil reconoce las ventajas prácticas de tener un productor, sacar adelante tus propias películas no es fácil, pero asegura haber aprendido con el tiempo y a mejorar tomándose su tiempo, “a no ser tan impulsiva y dejar que cada cosa se resuelva en su debido momento. Las películas tienen vida propia. Sus personajes, sus historias sus localizaciones son entes con energías propias y mi misión como directora, es escuchar, ver y sentir las señales que te transmiten. El proceso de mi cine es orgánico y se moldea de acuerdo con las circunstancias, tiempo y espiritualidad en cada momento. Dirigir e interpretar al mismo tiempo es ya una tarea compleja, imagínate si le añadimos la producción, dirección artística, maquillaje... una vez termino mi obra empieza el reto de promoverla. Es un agotamiento, pero si no lo hago yo no lo hace nadie, (por ahora)”.

 

 

Jil, como muchos otros cineastas independientes se encarga de la parte artística y empresarial de su obra, quizá por eso ha acabado desdoblando su personalidad artística (que no la personal), firmando como Jil Love en sus trabajos como actriz, modelo y performance y como Love Jordina en sus películas como directora. Algo habitual, casi necesario, cuando necesitamos multiplicar la motivación en nuestro trabajo. Pero ¿encontramos esa motivación en España? Jil ha vuelto a San Francisco para estudiar Cine Digital, un “saltar el charco” en busca del sueño de todo cineasta que quiere sacar adelante sus trabajos. “Soy una cineasta independiente”, dice, “que lucha por sus recursos y no espera sentada a ser subvencionada. Si quiero algo, primero lo hago saber al mundo. España se abrirá a otros talentos si los hay que valgan realmente la pena y se hagan oír. Otro cine es posible y aquí estoy para demostrarlo”.

 

 

Segura de sí misma, Jil se ha embarcado en una nueva aventura sin esperar a que su ‘Saving Isis’ se convierta en un éxito, aunque sueña que con el tiempo se convierta en una obra de culto (¿qué menos?). “El sueño americano no se dice porque sí, realmente existe si tu lo quieres. Desde que vine aquí no he parado de crecer como ser humano, artista y cineasta. Es un país enorme, relativamente nuevo, lleno de oportunidades y puertas para abrir...”.

 

Pero las puertas no se abren porque sí, y eso lo sabe cualquiera que se haya lanzado a coger una cámara para grabar un sueño, el sueño de hacer una película, sea cual sea. Los círculos minoritarios formados por artistas independientes vuelven a ser imprescindibles, enriquecedores incluso, y funcionan al revés que las grandes superproducciones en las que cientos de personas trabajan para sacar adelante la película de una sola. El cineasta independiente comparte la suya para que sea parte de todos.

 

 

En San Francisco, con o sin flores en el pelo, Jil forma parte de la cooperativa Scary Cow Productions, en la que sus miembros, dice, se apoyan para sacar adelante los proyectos en los que se sientan más inspirados. “Un concepto revolucionario”, dice, que formaliza el compañerismo de quienes intentan abrir camino a cualquier película independiente. Una filosofía que aplica su ‘love revolution’ de manera cinematográfica. Y no hay mejor manera para hacer del mundo algo mejor que a través del cine. No sé a vosotros, pero a mí me reconforta saber que a un par de pasos de Hollywood, hay cosas que se hacen como en cualquier otra parte del mundo: por amor al arte.

 

Así las cosas, enfrascada en el guión de su próxima película y con un corto entre manos, le pedimos a Jil Jove Jordina un consejo para los cineastas, estudiantes y soñadores (como ella) que luchan, para sacar adelante sus trabajos contra viento y marea. “Les diría que la mente es muy poderosa y constantemente proyectamos lo que hay en ella. Entonces si quieres crear algo, vete por ello, sin miedo, sin barreras, inseguridades ni limitaciones. Cuando quieras algo, sal al balcón o a la calle y pídeselo al Universo, a gritos o en silencio. Obtendrás respuesta...”


UC (Manu Cabrera).


TRAILER "SAVING ISIS"

SAVING ISIS Trailer Español con Voz en off de Pilar Bardem. from Love Jordina on Vimeo.

 

Si quieres obtener más información sobre Jill Love Jordina, te dejamos un link a su web:
http://www.jillovejordina.com/